JUBILACIÓN DE LOLI CUESTA
El tiempo nos unió hace unos años y nos llevó a compartir muchas horas de clase, de esfuerzo, de alegrías y de disgustos en nuestra labor de maestros. Y tú, Loli estabas allí junto a nosotros, ensenándonos también como a tus alumnos canciones con esa hermosa voz que tienes, trabajos manuales, formas de decorar, tantas y tantas cosas…
Ahora, este mismo tiempo que no para de correr, esta vida caprichosa nos lleva a verte lejos del lugar de trabajo, pero a tenerte cerca en todo lo que nos has enseñado: tu entusiasmo, tu energía y tu fuerza, tu cuidado del detalle, de la limpieza, el orden, que la clase fuese un lugar de trabajo serio, pero acogedor, cuidado pero entrañable y lleno de cariño.
Cuando íbamos a tu clase a cualquier recado, nos acogías y aprovechabas para dedicarle a tus alumnos unas palabras pedagógicas, pues como buena maestra que eres, cualquier ocasión te venía bien para enseñarnos algo a todos.
A partir de ahora esperamos verte por la calle o en las reuniones que tengamos como tú eres: animosa y llena de vitalidad, que nos sigas enseñando esa fuerza con la que tú has sabido y sabes afrontar esta vida con sus dificultades y buenos momentos. Que nos des alguna de esas buenas ideas que siempre se te ocurren para la escuela; bastante compresiva y acertada. Loli, te queremos y contamos siempre contigo…
JUAN SANCHEZ-GARRIDO
El tiempo nos unió hace unos años y nos llevó a compartir muchas horas de clase, de esfuerzo, de alegrías y de disgustos en nuestra labor de maestros. Y tú, Loli estabas allí junto a nosotros, ensenándonos también como a tus alumnos canciones con esa hermosa voz que tienes, trabajos manuales, formas de decorar, tantas y tantas cosas…
Ahora, este mismo tiempo que no para de correr, esta vida caprichosa nos lleva a verte lejos del lugar de trabajo, pero a tenerte cerca en todo lo que nos has enseñado: tu entusiasmo, tu energía y tu fuerza, tu cuidado del detalle, de la limpieza, el orden, que la clase fuese un lugar de trabajo serio, pero acogedor, cuidado pero entrañable y lleno de cariño.
Cuando íbamos a tu clase a cualquier recado, nos acogías y aprovechabas para dedicarle a tus alumnos unas palabras pedagógicas, pues como buena maestra que eres, cualquier ocasión te venía bien para enseñarnos algo a todos.
A partir de ahora esperamos verte por la calle o en las reuniones que tengamos como tú eres: animosa y llena de vitalidad, que nos sigas enseñando esa fuerza con la que tú has sabido y sabes afrontar esta vida con sus dificultades y buenos momentos. Que nos des alguna de esas buenas ideas que siempre se te ocurren para la escuela; bastante compresiva y acertada. Loli, te queremos y contamos siempre contigo…
JUAN SANCHEZ-GARRIDO
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